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EL MUSEO DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA, FUERTE DE SAN JOSÉ EL ALTO, EN CAMPECHE, NUEVAMENTE EJEMPLO DE MEJORES PRÁCTICAS

  • La acreditación se logró en la décima Reunión de la Convención Unesco 2001 sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, en París, Francia
  • México la obtiene en un contexto mundial en que el patrimonio cultural subacuático está en grave peligro de desaparecer

El Museo de Arqueología Subacuática (Marsub), Fuerte de San José el Alto, en la ciudad de San Francisco de Campeche, fue nuevamente elegido como ejemplo de Mejor Práctica (Best Practice), durante la décima Reunión de los Estados Parte de la Convención Unesco 2001 sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, celebrada del 16 al 18 de junio de 2025, en la sede del organismo, en París, Francia.

Desde la inauguración del Marsub, en 2017, es la tercera vez que recibe la acreditación, la cual se evalúa y renueva cada cuatro años. “Esta iniciativa mexicana, la primera en su tipo en el continente americano, se ha logrado gracias a las gestiones de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Delegación de México ante la Unesco. Su finalidad es generar la valorización del patrimonio cultural subacuático y hacerlo accesible para todas y todos”, señaló la investigadora de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH en Campeche, Helena Barba Meinecke.

La antigua fortaleza militar, construida en el siglo XVIII para la defensa del puerto de Campeche, alberga dicho espacio museográfico, donde el público puede sumergirse y conocer el patrimonio cultural subacuático, a través de experiencias inmersivas, materiales didácticos y gráficos especializados, así como mediante medios auditivos que se complementan con estaciones táctiles, para públicos con alguna discapacidad.

El recorrido por el Marsub es de forma diacrónica y con un discurso transversal, vinculado con la tecnología y algunos hallazgos relevantes para cada temática abordada en sus seis salas.

La Sala 1 muestra la importancia de la labor de la arqueología subacuática en la península de Yucatán. La siguiente está dedicada a la prehistoria, cuyos principales escenarios son las cuevas inundadas y seminundadas de la región, en las que se han localizado cientos de fósiles, restos óseos de fauna que vivió entre 40 y 10,000 años antes del presente, y más de una decena de esqueletos de homínidos.

En la Sala 3 se presentan artefactos de la cultura maya, recuperados en cenotes y en la isla de Jaina. La Sala 4 está dedicada a los naufragios (pecios) identificados por el INAH a lo largo de cuatro décadas en el Golfo-Caribe mexicano. Algunas piezas icónicas son parte de esta colección: el cañón más antiguo del hemisferio occidental (media culebrina de bronce, 1552), una caña de timón (s. XIX) y artefactos diagnósticos que ayudan a comprender los contextos arqueológicos subacuáticos.

La Sala 5 alberga al famoso Tesoro del Arrecife Alacranes, una colección de más de 300 piezas de oro, plata, gemas preciosas y clavazón del barco, recuperadas en el naufragio conocido como Ancla Macuca (s. XVIII). La Sala 5b aborda los cargamentos y elementos que brindan pistas a los arqueólogos subacuáticos para entender los accidentes navales, las rutas de navegación o la vida a bordo.

Finalmente, la Sala 6 es una muestra del cambio tecnológico de los barcos de vela a los de vapor; se exponen elementos de la vida cotidiana, como cubertería del pecio La Unión (1861), que naufragó en Sisal y llevaba de forma ilícita cautivos mayas para ser esclavizados en Cuba.

La denominación de “Mejores Prácticas” para el Marsub se logra gracias al esfuerzo por visibilizar el patrimonio cultural subacuático, a través de recursos didácticos. El acceso democrático es mediante rampas y corredores para sillas de ruedas y andaderas, líneas podotáctiles para invidentes o débiles visuales y módulos hápticos con cédulas en braille, videos en Lengua de Señas Mexicana, así como con un paseo virtual por el recinto.

Parte de los aciertos para lograr la denominación como Mejor Práctica 2025-2028, ha sido el trabajo coordinado entre el Centro INAH Campeche y la Subdirección de Arqueología Subacuática (Oficina Península de Yucatán).

El Marsub está vinculado con los proyectos de investigación y conservación en la región, por lo que su información ha sido actualizada con nuevas cédulas y gráficos, códigos QR y modelos 3D, además de publicaciones, como los números 2, 15, y 35 de la revista Glifos, órgano de divulgación del Centro INAH Campeche, dedicados al patrimonio cultural subacuático.

Cabe destacar que la constante impartición de talleres y visitas guiadas para niños, jóvenes, adultos mayores y personas con alguna discapacidad, hacen de este recinto un museo vivo. De igual forma, se publican cada semana noticias e infografías en las redes sociales, además, se imparten conferencias en las que también participa la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán.

Hoy, la Unesco reconoce que el patrimonio cultural subacuático está en grave peligro de desaparecer, tanto por el cambio climático, como por la falta de sensibilidad sobre la importancia de su salvaguarda, por ello, el Marsub, como otras Mejores Prácticas, es parte de los recintos estratégicos para acercar a la humanidad al conocimiento científico y a su apropiación.

 

Fuente:

  • Boletín e imagen cortesía de INAH

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