Breaking News

ELOGIAN LA OBRA DE JULIA TUÑÓN, PIONERA EN LOS ESTUDIOS SOBRE LAS MUJERES Y SUS REPRESENTACIONES

  • Fue la última homenajeada del ciclo “Historiadoras eminentes”, organizado por la Dirección de Estudios Históricos, su casa académica desde 1982
  • Los partícipes del conversatorio resaltaron que abrió brecha a la investigación de género y sus trabajos siguen vigentes

29 de mayo de 2025.- Como buena historiadora, Julia Tuñón Pablos (Monterrey, N.L.,1948) observa su devenir a partir de hitos, y todos ellos le confirman su “suerte loca”: “Nacer en la segunda mitad del siglo XX, en México, y trabajar en la Dirección de Estudios Históricos (DEH), donde existe el compañerismo y un sentido lúdico del quehacer. Estoy muy agradecida, a ustedes por estar aquí y al mundo por existir”.

Con estas palabras, la investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) correspondió al reconocimiento rendido por su hogar académico, en el marco del ciclo “Historiadoras eminentes”, acompañada de colegas, amigos y discípulos, quienes revisaron su vida y obra.

Mirando atrás, dijo, “estoy agradecida por muchas cosas. Una de ellas, haber nacido en la segunda mitad del siglo XX, un periodo que está tratando de olvidar la Segunda Guerra Mundial y de crear mecanismos de democracia, tolerancia, de valoración de la cultura. Crecer con un padre y una madre que eran buenas personas, con una estructura, ideas y valores que me marcaron.

“Luego, ingresar a la UNAM, significó entrar al mundo ancho que es México. Tenía 17 años, tuve la fortuna de formarme con profesores como Wenceslao Roces Suárez y Edmundo O ‘Gorman. Me tocó el movimiento estudiantil de 1968. Después, vinieron los 70. Mis hijos, Magalí y Arnau, y una serie de amistades queridas fueron mi gran logro en esa década.

“Otra etapa decisiva, inició en 1982, con mi entrada al Departamento de Investigaciones Históricas, en el Castillo de Chapultepec. La DEH es una institución que me ha dado el espacio para hacer lo que quiero, jamás me ha impuesto nada”, valoró Julia Tuñón, cuyo trabajo historiográfico se ha centrado en las mujeres y los problemas que enfrentan, explorando la dicotomía entre su imagen idealizada en la cultura popular y sus realidades.

Su compañera de la DEH, Lilia Venegas Aguilera, refirió que aun cuando despuntaba el diálogo entre disciplinas, la historia cultural y de las mentalidades, todavía en las últimas dos décadas del siglo pasado, persistía la hostilidad en el mundo académico hacia estas nuevas formas de mirar nuestra historia.

“Más allá del círculo de flexibilidad que teníamos en este centro de estudios. El día a día de la historia de las mujeres se realizaba entre micromachismos, dudas y descalificaciones, también cierta condescendencia y segregación. La aportación de Julia, con Mujeres en México: una historia olvidada (1987), fue fundacional para muchos de los trabajos que vinieron después. Ahora podemos decir que ya no es una historia ignorada.

“Este título, y El álbum de la mujer. Antología ilustrada de las mexicanas (INAH,1991), cuatro volúmenes resultado del Seminario de la Mujer, integrado por Marisol Arbeláez, Paola Costa, Concepción Ruiz Funes, Martha Rocha, Marcela Tostado y las hermanas Enriqueta y Julia Tuñón, fueron pioneros en un área de la historia que ha cobrado legitimidad y reconocimiento”, comentó.

Para la profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM, Lucrecia Infante Vargas, la homenajeada ha sido una gran mentora. Sus postulados conceptuales y metodológicos siguen vigentes en el quehacer historiográfico, además de ser precursora en el rescate de fuentes vinculadas con las nociones de representación, caso particular de las películas, de las que derivaron los libros Mujeres de luz y sombra en el cine mexicano Los rostros de un mito: personajes femeninos en el cine de Emilio Fernández.

Un tercer aspecto valioso es su labor divulgativa. “Todos sus textos se basan en un alto nivel de investigación, con complejidad teórica, narrados de una manera amena que refleja su sentido del humor, un tanto negro”, añadió.

En ese sentido, la investigadora independiente Elisa Lozano, especializada en el séptimo arte, señaló que la lectura de Mujeres de luz y sombra…, representó para ella una epifanía que transformó su manera de ver, entender y disfrutar el cine mexicano, porque entrecruzaba tres niveles de realidad: la vida de hombres y mujeres, entre 1939 y 1952, las ideas y modelos que se construían del género femenino en ese periodo, y las imágenes fílmicas.

“A lo largo de un cuarto de siglo, no he dejado de leer a Julia y aprender de ella. Procuro estar al tanto de sus publicaciones, aunque es muy prolífica y es difícil seguirle el paso. Joy Laville decía que hay muchas maneras de hacer arte, Julia siempre lo ha hecho a través de la investigación, la escritura y la docencia”, concluyó Lozano en este reconocimiento a su maestra, en el que también participaron los historiadores Carlos Belmonte Grey y Ana Rosas Mantecón.

 

Fuente:

  • Boletín e imagen cortesía INAH

Loading

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Seo wordpress plugin by www.seowizard.org.